Fiat lux

El humano, desde Prometeo, siempre buscó el fuego primigenio: la luz. El dominio que prometía la certeza del sentirse iluminado, lejos de las sombras de la ignorancia y la oscuridad de su entorno.

Hasta el día de hoy, la luz nos sigue atrayendo, nos seduce, nos atrapa. Hay algo en su misterio que encuentra eco en los insectos nocturnos cuando giran mortal e inexplicablemente alrededor de una bombilla. Es esta relación vida y muerte, luz y sombra, de la que están hechas las cosas.

Este documento visual explora espacios e imágenes en busca de luz, pero no la luz reflejada en sujetos u objetos, sino la fuente de luz, que como personaje principal dialoga con su antagonista, la oscuridad, a través de una atmósfera de misterio que busca seducir al ojo, atraído como un bicho que entiende sus contrastes, mas no su razón.